Según el analista de la BBC James Painter comparte sus reflexiones desde la sede de la XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático en Copenhague.
PASIÓN Y AZUFRE
Abundan los rumores, circulan los proyectos de texto y todos especulan. Pero mientras sigue la espera para ver a qué tipo de acuerdo se llegará, los periodistas ya están hablando de cuáles líderes se han anotado algunos puntos.
Hay un consenso general de que Lula ha sido una estrella. Él brilló realmente entre los (pocos) líderes clave a quienes se les permitió hablar en la sesión plenaria. Apasionado y pensativo, también dio en el clavo cuando dijo que Brasil daría cualquier paso adicional para tratar de llegar a un acuerdo.
El mandatario brasileño ofreció hacer más sacrificios y poner más dinero a disposición de los países en vías de desarrollo.
Para muchos, Barack Obama ha sido una gran decepción. En todo el Bella Centre, los periodistas y delegados se pararon para ver los monitores de televisión, esperando a que el presidente estadounidense hiciera un milagro o empleara su oratoria para inspirar a todos a sacar un acuerdo de la manga.
Se escucharon comentarios como: "Nada nuevo", "¿Por qué vino?", "Qué decepción". No hizo ningún nuevo anuncio financiero (todavía no se sabe cuánto EE.UU. estaría dispuesto a donar) y su discurso fue bastante soso.
Su incapacidad de impresionar le hizo el juego al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que habló después de él. Chávez, que se esforzó por no criticar a Obama cuando éste asumió la presidencia, ya se ha quitado los guantes.
, comentó en la conferencia, refiriéndose a un discurso suyo ante la ONU, en 2006, cuando dijo lo mismo después de una intervención del entonces presidente de EE.UU., George W. Bush.
Chávez acusó a Obama de ser "ridículo" al ofrecer la cantidad "irrisoria" de US$10.000 millones al año a los países en vías de desarrollo cuando, según él, el presupuesto militar anual de EE.UU. es de US$700.000 millones.
Imagínense, aquí hay centenares y centenares de periodistas. Es un escenario maravilloso para quienes sepan aprovecharlo, como lo hacieron Chávez y el presidente de Bolivia, Evo Morales.
A ambos se les permitió hablar en la sesión plenaria, cuando aparentemente no estaban en la lista original. Y se anotaron algunos puntos políticos al repetir el mensaje de que sólo un grupo limitado de países no electos estaba al tanto de algunas negociaciones nocturnas de última hora.
¿Y otros presidentes latinoamericanos? Álvaro Uribe también tuvo su momento en la sesión plenaria. Pero, como se quejó un colega, la intervención del mandatario colombiano estuvo "demasiado llena de estadísticas".
¿Y Felipe Calderón? Bueno, a él quizás le llegue su turno si todo este circo se vuelve a reunir el año próximo, en México. Imagínense un protocolo de México que salve al planeta...
EL MISTERIO DE LOS PRESIDENTES AUSENTES
Observar las reacciones de los centenares de periodistas a los infinitos discursos de los más de cien jefes de estado reunidos aquí, puede ser un experimento interesante.
"Evo Morales"
Cada uno de los líderes tiene cerca de diez minutos para hablar. La mayoría de ellos dice más o menos lo mismo: "Necesitamos un acuerdo".
De vez en cuando, los periodistas levantan la vista de sus computadoras. El presidente de las Maldivas sin duda valió un vistazo. Hace poco, él celebró una reunión subacuática de su gabinete para destacar el futuro hundimiento de su país.
Pronto él podría ser el presidente de un estado virtual.
Como era de esperar, Hugo Chávez fue el centro de más de una mirada. Los africanos que estaban a mi lado comenzaron a escuchar. "Por lo menos, él sabe hacer chistes", comentaron. Y asintieron con la cabeza cuando el presidente venezolano dijo: "Si el clima fuese un banco, los gobiernos industrializados ya lo estarían salvando".
Esta vez Chávez recomendó un libro del escritor francés Hervé Kempf, "Como los ricos destruyen el planeta". Pero todavía no lo veo en la lista de los libros más vendidos.
A Evo Morales lo siguen muchísimos periodistas. Los de BBC tuvimos suerte de que nos concediera cinco minutos.
Personalmente, me conmovió cuando comenzó a hablarnos de sus sentimientos sobre los efectos del calentamiento global en Oruro, donde él creció.
Calderón, Lula y Uribe también están aquí. Sólo han venido estos cinco presidentes latinoamericanos. Es una asistencia mínima si se piensa en lo vulnerable que puede ser América Latina al cambio climático.
A pesar de que hay pocos presidentes de la región, sí están participando representantes de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y decenas de organizaciones no gubernamentales latinoamericanas. La CEPAL acaba de publicar un espeluznante sobre cuán grave podría ser el cambio climático para el desarrollo de la región.
A los periodistas peruanos les sorprendió un poco que Alan García no hiciera el viaje. Después de todo, según ellos, García, como Chávez, "ama la cámara".
¿Y por qué no vino la presidenta de Argentina, Cristina Fernández? "Tiene demasiados problemas en casa y muy poca preocupación por el cambio climático", me dijo un periodista argentino que estaba a mi lado.
Pero no me puedo quejar. Mi momento favorito vino de Argentina. Su ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Homero Bibiloni, de repente mostró una foto de sus hijos y nietos, al final de una presentación.
"Es el futuro de ellos. Es por eso que estoy aquí", dijo. Amén.
UN PROBLEMA DE SEMÁNTICA
Pienso que hay centenares de periodistas y analistas que se han equivocado. Los principales obstáculos no tienen nada que ver con el nivel de recortes de emisiones que debería corresponderle a los países ricos o cuánto dinero les tocaría pagarle a los países en desarrollo.
"Salón de conferencias en Copenhague"
No, el problema tiene que ver con la jerga y las siglas. Me mortifica la posibilidad de que más de 100 jefes de estado que están por llegar para "sellar el acuerdo" van a terminar yéndose a casa horrorizados.
Empecemos por el comienzo. Primero, cualquier delegado debe determinar a cuál de las principales discusiones debe incorporarse: la AWG-LCA, AWG-KP, SBI o SBSTA.
Las diferencias son importantes. Si te confundes con las dos primeras, puede que termines negociando fondos de adaptación y no recortes de emisiones.
Luego podrías confundirte entre los Cuerpos Subsidiarios: la sigla SBI en inglés significa Cuerpo Subsidiario para la Implementación, mientras SBSTA es el Cuerpo Subsidiario para Asesoría Científica y Tecnológica.
Y la guindilla en la torta serían los "no documentos" que siempre elaboran los negociadores - documentos que no tienen la condición de textos oficiales. Alicia hubiera tenido mejor suerte en el país de las maravillas.
Puede que uno se confunda en el momento de ingresar al gigantesco centro de conferencias. Por la derecha se pueden ver varios nombres colocados sobre las cabinas de diferentes salones dedicados a las organizaciones que representan a la sociedad civil.
Están las ONGs de grupos juveniles, YUGOs, las ONGs Ambientalistas (ENGOs), las TUNGOs (sindicatos) y las RINGOs (ONGs independientes y de investigación).
Me emocioné cuando vi el cartel BINGO. Pensé que sería una forma ingeniosa de bajarle un poco las tensiones a las negociaciones. Pero no, eso significa ONGs de Negocios e Industrias.
Un periodista de la BBC descubrió algo titulado EUROFISH. Pensó que podría ser un nuevo pez exótico que ha surgido por la elevación de las temperaturas del mar.
Muchas ONGs y gobiernos que aquí han venido desde América Latina están muy interesados en las negociaciones del REDD. El REDD significa reducción de emisiones por la deforestación y degradación de la tierra.
Y para poder respetarse a uno mismo en las negociaciones, hace falta que puedas decir LULUCF (pronunciado lu-lu-cef) con autoridad. (Significa uso de la tierra, cambio del uso de la tierra y manejo de bosques).
Además hay que cuestionar la sabiduría de estas siglas. REDD significa "rojo" en inglés. Seguramente podrían haber encontrado la forma de denominar a las negociaciones sobre deforestación con la sigla GREEN, o verde.
COPENHAGUE: ¿CIRCO O CARNAVAL?
La palabra más común para describir este encuentro es circo. Después de todo, la mayoría aquí tiene que ofrecer alguna clase de espectáculo a veces frente a audiencias de miles de personas.
Primero están los famosos como el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, que para verlo este martes hay que tener entradas.
Las delegaciones gubernamentales sostienen regularmente encuentros públicos para describir lo que están haciendo en el combate del cambio climático, o para explicar lo que otros deberían hacer y evitar así ser víctimas de este fenómeno.
Cada una de las cientos de organizaciones no gubernamentales tienen sus quince segundos de fama. Sus representantes se preparan, protestan, cantan o reparten alimentos veganspara captar la atención.
Miles de periodistas corren de un lado para otro. Muchos de ellos informaron sobre el retiro de los africanos de las conversaciones de la víspera. Un par de horas más tarde retomaron el tema para reportar sobre su regreso.
Sin embargo, no estoy seguro de que "circo" sea la mejor descripción. Comienzo a pensar que tal vez la de "carnaval" sea más adecuada.
La razón es que los brasileños están en todas partes. Uno escucha el portugués en todas las colas.
Según el diario británico The Guardian, Brasil trajo la delegación con mayor cantidad de delegados inscritos. Con más de 1.000 de ellos, supera a Dinamarca, con 800; a la Unión Europea, con 400; a China, con 250, e incluso a EE.UU., que aparentemente tiene "sólo" 200.
Y no hay que olvidar el número de sesiones informativas que los brasileños imparten a todo el que quiera escuchar. Este martes, por ejemplo, estuvieron hablando sin parar de 9:30 de la mañana a ocho de la noche.
Energía sostenible, temas agropecuarios, cambio climático y comercio son sólo algunos de los asuntos que han tratado en nueve sesiones comparada con una sola por parte de México.
Mis colegas de BBC Brasil aseguran que hay al menos medio centenar de periodistas de su país. Un corresponsal argentino me dijo que su país tenía tres periodistas aquí y sólo seis miembros oficiales de la delegación.
Una publicación de una ONG local informa que Brasil está encabezando el Índice de Desempeño Ambiental por sus planes de reducción de emisiones contaminantes.
Y como si esto no fuera suficiente, anoche dos periodistas brasileños ganaron el codiciado Premio de Periodismo de la Tierra por su cobertura del Amazonas.
Como me dijo un colega, "Brasil ya tiene la Copa del Mundo de 2014 y las Olimpíadas de 2016 y ahora está ganando Copenhagen".
Carnaval. Seguramente es carnaval.
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Hay demagogias de proporciones tan descomunales que pasan al ámbito del surrealismo, son imposturas al límite de lo diabólico, cinismos que necesitan algún superlativo.. Este es el caso de la la cruzada internacional a favor del medio ambiente y de la “madre tierra” que intenta presentar como su nueva identidad ideológica el señor Evo Morales, inciativa que tiene una consistencia ética parecida a una convocatoria de Osama Bin Laden a la Paz mundial.
ResponderEliminarLa producción de hoja de coca, sustento político, económico, y principal fuente de legitimidad presidencial, ha experimentado un crecimiento geométrico desde 2006, incluyendo el cultivo en áreas protegidas, y es responsable de la mayor devastación de las tierras fértiles en Bolivia desde que los conquistadores españoles decidieron acabar a plan de incendios el manto vegetal altiplánico. A la esterilización producida por el arbusto, que imposibilita cultivos posteriores durante diez años y cuya superficie aumento en diez veces durante la presidencia de Morales hasta alcanzar hoy 50 000 hectáreas , se deben agregar la inmisericorde y descontrolada vertida de miles de litros de residuos altamente tóxicos de acido sulfúrico, cal viva y otros químicos, derivados de la masiva producción de cocaína que a migrado de sus lugares de producción en el oriente a zonas peri urbanas y rurales del occidente. Morales incluyó a la hoja de coca, sin la cual es obviamente imposible producir cocaína, en la constitución y el canciller Choquehuanca propuso que los niños de Bolivia debieran tomarla en el desayuno en vez de la leche.
Esta devastación es gravísima e ilustra la hipocresía de un gobierno que vocifera sobre el agua como un derecho humano, por ejemplo, pero que permite que la minería transnacional contamine como nunca los acuíferos del altiplano y como en el caso de San Cristóbal en pocos años habrá consumido por si sola tales cantidades que habrá convertido el sur de Bolivia en un desierto hasta debajo de la superficie.
El “sagrado” lago Titicaca se ha convertido en una cloaca producto del derrame de aguas servidas que ha crecido sin que se haya definido una política pública sobre esta problemática que ha confinado la presencia piscícola a las áreas de granja y a las especies que aun toleran esta contaminación. En el carnaval de Oruro, bajo la etiqueta de respeto a las “culturas ancestrales” miles bailaron haciendo sonar instrumentos musicales y exhibiendo vestuarios hechos con especies en extinción sacrificadas expresamente ignorando no solo las leyes sino los ruegos de organizaciones medioambientalistas y ciudadanos.
Ufano de su relativo apoyo electoral, el gobierno seguirá sembrando las canchas de futbol de todo el país de césped sintético para que armonice con alfombra de basura plástica que acompaña al viajero a lo largo de todas las carreteras y que es la cotidianeidad de la mayoría de los pueblos, e incluso de ciudades como Oruro y Cochabamba. En esas condiciones presentarse como el gran medioambientalista es una desfachatez alevosa e inaudita, una indecencia grotesca